Por norma general nacemos sin dientes, a excepción de lo que se conocen como dientes neonatales, que aparecen en la encía del recién nacido, son de pequeño tamaño y se ven muy raramente.
En un principio nos servimos de los rodetes de encía, tanto maxilar como mandibular, así como de la lengua y las mejillas, para llevar a cabo nuestra función más inmediata en los primeros meses de vida, que es la de comer y más concretamente mamar/succionar ya sea del pecho materno o de una tetina plástica incorporada a un biberón.
A medida que nos acercamos a los 6 meses de vida, van apareciendo los primeros dientes de leche que serán los incisivos. Desde este momento hasta los 24-30 meses de edad como media, irán apareciendo en la boca de nuestros niños dientes de leche hasta un total de 20 (8 incisivos, 4 caninos y 8 muelas). Y deberían permanecer en condiciones adecuadas hasta los 5-6 años, momento en que el niño empiece con el recambio dentario apareciendo ya en la boca los dientes definitivos.
Independientemente de que se trate de dientes deciduos, que van a caer dejando el sitio a los permanentes, su cuidado debe ser igual de importante que si se tratara de algo que nos va a durar para siempre.
Los dientes temporales son importantes para el correcto desarrollo de las estructuras dentofaciales del futuro adulto.
- Mantienen el espacio: guardan el espacio en el arco mandibular para cuando erupcionen los dientes definitivos.
- A veces, en los casos de agenesia de algún diente definitivo (no se formó diente definitivo, es decir, no hay nada para sustituir al de leche), el de leche se conservará haciendo la función de definitivo, en caso de fracaso del mismo, habrá que buscar alternativas, o bien para reponer su ausencia, o bien minimizar la falta con tratamientos de ortodoncia, depende de cada caso en particular y de cuál sea el diente en cuestión.
- Permiten una correcta masticación y mantenimiento de las funciones orales.
CUIDADOS
- Empieza a lavarle la boca al bebé desde los primeros días, limpiándole las encías, mejillas y lengua con una gasa húmeda. En el momento en que hagan su aparición los primeros dientes, son susceptibles de afectarse por caries.
- Si el niño tiene menos de 3 años, empieza a cepillarle los dientes con suavidad con un cepillo de tamaño infantil y una cantidad de pasta infantil del tamaño de un grano de arroz o incluso sin pasta de dientes, puesto que es probable que un gran porcentaje de la misma se la coma.
- A medida que se haga mayor le dejaremos que se cepille solo para reforzar su autonomía, si bien, es OBLIGATORIO que un mayor los repase aún a riesgo de herir su amor propio. Siempre quedarán restos en aquellas zonas de peor acceso y visibilidad para el niño.
En Clínica Dental Couce siempre aconsejamos hacer revisiones a los más pequeños de la casa para que mantengan una correcta salud bucal.