El cambio que se produce en la imagen tras la pérdida dentaria es evidente cuando la falta engloba a un gran número de piezas dentarias.
La cara puede ser considerada como el órgano de expresión social y afectiva, es donde mejor se reflejan los sentimientos y emociones del individuo.
Con la edad se desarrollan procesos degenerativos que son acentuados a partir de los 50 años, produciendo pérdida de masa ósea y cambios morfológicos por influencias locales y sistémicas, tales como la nutrición y los cambios hormonales.
En cuanto al cráneo, con la edad, sus huesos se hacen más compactos al contrario de lo que ocurre en el resto del esqueleto, que puede verse afectado por procesos de osteoporosis. El principal factor de cambio morfológico en el cráneo es la pérdida dentaria, siendo muy evidente en casos de desdentamiento total. La pérdida de las piezas dentarias se traduce en la atrofia del hueso alveolar, constituyendo una entidad crónica, progresiva, irreversible y acumulativa, generando una transformación progresiva de la forma de la cara. La mayor parte del cambio se produce durante el primer año, tras la pérdida de los dientes, continuando como un proceso inexorable a lo largo de la vida.
Otros tejidos blandos pierden volumen con el aumento de la edad porque disminuyen la elasticidad e hidratación.
Esto tiene una serie de consecuencias funcionales y psicológicas:
- Autoestima
- Alteración de la imagen
- Comunicación
- Masticación
- Deglución
- Digestión
Más concretamente, las consecuencias estéticas de la pérdida dentaria son:
- Disminución de la altura facial
- Rotación del mentón
- Tendencia al prognatismo
- Pérdida del tono muscular
- Profundización del surco nasolabial
No olvides hacer las revisiones periódicas en tu dentista para detectar posibles alteraciones y poder corregirlas a tiempo.
Si necesitas ampliar información, no dejes de hacernos una consulta, en Clínica Dental Couce atenderemos encantados todas tus dudas.