La primera impresión es que es un simple adornito sin mayor problema, pero lo cierto es que no son pocas las complicaciones que este tipo de piercings pueden traernos.
- Infecciones: Para colocar el piercing vamos a provocar una herida que tardará en cicatrizar y la boca es una zona abierta que está llena de bacterias. Hay además peligro de endocarditis (proceso inflamatorio del endocardio), si contraemos una infección y pasa al torrente sanguíneo.
- Enfermedades infecciosas: Hay una posibilidad no despreciable de contagiarnos de herpes o de hepatitis B y C.
- Daño de nervios: La colocación del piercing puede dañar el nervio y por lo tanto provocarnos una pérdida de sensibilidad en esa zona.
- Enfermedad periodontal: Aumenta el riesgo de padecer esta enfermedad de las encías que puede a la larga dejarnos sin dientes.
- Halitosis: Si no llevamos una limpieza muy escrupulosa los restos de comida alrededor del piercing junto a las bacterias provocarán mal olor.
- Fracturas en los dientes: El golpeteo de los piercings labiales contra los dientes puede llegar a fracturarlos o arañarlos.
- Reacción alérgica: En caso de sensibilidad al metal del que esté hecho el piercing.
- Tragarlo o aspirarlo: No es muy extraño que se suelten porque además solemos juguetear con ellos, en ese caso hay peligro de ahogamiento.
Un piercing labial tardará de tres a cuatro meses en cicatrizar y además de limpiar la zona deberás extremar tu higiene dental. No acostumbres a juguetear con el piercing y tu lengua porque el golpeteo continuo de la pieza metálica dañará tus dientes.
Desde La Clínica Dental Couce te reconmedamos visitar a tu la clínica dental tan pronto como te coloques el piercing para comprobar que todo está bien, y acude de urgencia si notas algo fuera de lo normal.