¿Qué es un raspado y alisado radicular?

Es una práctica que forma parte del tratamiento de la enfermedad periodontal. Conocida comúnmente como piorrea, la enfermedad periodontal causa […]

Es una práctica que forma parte del tratamiento de la enfermedad periodontal. Conocida comúnmente como piorrea, la enfermedad periodontal causa daños irreversibles en nuestros dientes y encías. La antesala de la periodontitis es la inflamación de la encía (gingivitis), si este cuadro inicial no se trata, irá afectando no sólo a la encía, sino también al hueso de soporte del diente.

Las consecuencias serán tanto funcionales (sensibilidad y movilidad del diente) como estéticas, la encía se retrae.

El raspado estará indicado cuando el sarro se haya extendido más allá de la superficie de los dientes, acumulándose entre el diente y la encía, formando las bolsas periodontales. Estas bolsas no son más que el agrandamiento del surco normal, que hay entre el diente y la encía, a medida que la enfermedad avanza, estas bolsas se hacen más profundas y favorecen un mayor acúmulo de sarro, lo cual significa una mayor pérdida del tejido de soporte del diente.

¿En qué consiste el tratamiento?

El tratamiento se hace bajo anestesia local, se realiza en dos sesiones, tratando la mitad de la boca (superior e inferior) en cada una.

NO es lo mismo que una limpieza, puesto que en la profilaxis sólo se eliminan el sarro y las manchas de la superficie del diente. El raspado persigue la eliminación de los depósitos de sarro subgingivales, para conseguir una readaptación de la encía y la reducción de la profundidad de las bolsas periodontales.

NO es algo doloroso, se hace con anestesia, y una vez que se pasa el efecto de la misma, se puede notar algo de sensibilidad dental que se pasará, alcanzando su pico máximo a la semana. Si nuestra higiene en casa es la correcta, esta sensibilidad remite sin problema.

NO tiene efectos secundarios, salvo las variaciones de la encía, que al desinflamarse se adaptará a la superficie del diente, y al haber algo de pérdida ósea, la encía bajará hasta ese nivel, dejando espacios entre los dientes. Es conveniente entender que estos espacios ya están porque el nivel del hueso está más bajo, sin embargo, no se ven antes del tratamiento porque al estar inflamada la encía, está hinchada y ocupa esos huecos.

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