El curso natural del desarrollo de la dentición, pasa porque los dientes permanentes reabsorban poco a poco la raíz de los dientes de leche, haciendo que su movilidad aumente y se caigan.
Sin embargo, en otras ocasiones, el diente definitivo no es capaz de reabsorber esa raíz y escoge el camino de menos resistencia, erupcionando por detrás de los dientes temporales.
En la gran mayoría de los casos los dientes tienen tendencia a colocarse más o menos correctamente si no tienen nada delante que oponga resistencia.
Un dato curioso es que casi siempre que un diente erupciona en una posición incorrecta, generalmente su pareja del otro lado de la boca también.
Con cierta frecuencia hay personas que llegan a la edad adulta con algún diente de leche aún presente en la boca, lo más frecuente es que se trate del canino o el segundo molar temporal.
Entre las causas que pueden provocar que un diente de leche no se caiga están las siguientes:
– Inexistencia del diente definitivo (Agenesia): Se debe a que no se formó y el diente temporal no ha tenido el estímulo de reabsorción de la raíz y por eso no se cae. Las agenesias más frecuentes en la dentición definitiva son por orden de frecuencia: muelas del juicio, segundo premolar inferior, incisivo lateral superior y segundo premolar superior. Su origen es genético.
¿Qué hacer?
Depende del diente que falte y del tipo de mordida. Generalmente se trata de mantenerlo el mayor tiempo posible. En caso de que haya que extraerlo y el paciente aún no haya finalizado la edad de crecimiento, se optará por colocar un mantenedor de espacio esperando a que sea el momento óptimo para reponer la ausencia con un puente o un implante, según cada caso en particular.
A veces se opta por la extracción en caso de apiñamiento dental por motivos de ortodoncia justificados.
– Si hay diente definitivo, pero no ha erupcionado: algunas de las causas que pueden provocar que un diente no erupcione están:
El apiñamiento dental.
Traumatismo sobre el diente de leche que empuja el germen del diente definitivo y lo “descoloca” alterando la línea de erupción.
Pérdida de la guía de erupción o presencia de un obstáculo.
¿Qué hacer?
Una de las opciones es hacer la extracción del diente de leche y esperar a ver si el diente definitivo se reconduce y erupciona. Si esto no ocurre, a veces se hace una pequeña apertura en la encía (ventana) y se coloca un bracket, para poder traccionar y llevar el diente definitivo a su sitio.
– Anquilosis: se produce cuando el diente de leche está “fijado” al hueso que lo rodea. No se conoce la causa exacta que origina estás situaciones. Afecta especialmente al segundo molar de leche inferior y es frecuente que el diente anquilosado aparezca hundido con respecto al resto de dientes.
¿Qué hacer?
Lo más frecuente es hacer la extracción y colocar un mantenedor de espacio que guarde el sitio para la erupción del diente definitivo.