Antes de aventurarse a realizar experimentos caseros para el blanqueamiento de los dientes que puedan dañar dientes y encías, es preferible acudir a nuestra clínica dental de confianza.
Efectos de la sal marina en los dientes
El agua de mar, a diferencia del agua de la piscina, que se encuentra más estanca y tratada químicamente, contiene una gran cantidad de componentes que pueden resultar dañinos para el esmalte dental. Si bien es cierto que el agua salada tiene un efecto cicatrizante para las heridas, lo cierto es que no resulta recomendable enjuagarse la boca con este líquido. Si hay partículas de basura o fragmentos pequeños de arena o roca, estos pueden acabar en nuestra boca, chocando contra las piezas dentales y dando pie a posibles fracturas.
Aun así, el efecto de la sal marina en nuestra boca cuando nos damos un baño ocasional durante el verano es prácticamente nulo, sin un efecto considerable en nuestra salud bucodental. El problema se encuentra en otro tipo de prácticas que tienen la sal como protagonista y que sí pueden acarrearnos problemas a corto y largo plazo.
¿De qué estamos hablando?, Pues del uso de la sal para el blanqueamiento de los dientes. Cepillarnos los dientes con sal tiene muchos efectos perjudiciales de cara a nuestro bienestar bucodental y conviene conocerlos antes de renunciar al uso de los dentífricos habituales.
Es necesario tener en cuenta que la boca está llena de tejidos muy delicados, para los cuales la abrasión puede implicar irritaciones y heridas. Si bien la sal cuenta con una textura granulosa que favorece la exfoliación, su acción blanqueadora y limpiadora resulta muy extrema para nuestras encías y dientes. Todo ello puede llevar a una sensación constante de dolor en los tejidos, sin contar el incremento de posibilidades de infección y de otras complicaciones relacionadas.
Por otro lado, uno de los elementos imprescindibles de las pastas dentífricas es el flúor. Este componente nos ayuda a eliminar la placa bacteriana y a fortalecer los dientes, y su ausencia en la sal nos hace prescindir de un gran aliado en la batalla contra las bacterias.
Como consejo no perjudicial contando la sal como componente en cuanto a higiene bucodental, consistiría en un enjuague controlado a base de agua templada y una pequeña cantidad de sal. Su efecto sí que puede aliviar el dolor de, por ejemplo, una llaga. Aun así, es preferible no experimentar con la salud de nuestra dentadura, optando por colutorios y productos de eficacia odontológica comprobada.
Por ello, desde La Clínica Dental Couce te animamos a que si tienes alguna duda acerca de un blanqueamiento dental, ¡No dejes de consultarnos! Siempre es preferible ponerte en manos de un especialista antes de poner en riesgo tu salud bucodental.