En el post de hoy os vamos a intentar aclarar algunas dudas relacionadas con la higiene bucal que consideramos de interés para nuestra salud oral.
1. ¿A partir de qué edad deben empezar a cepillarse los dientes los niños?
La higiene oral en los niños debe hacerse desde el momento en que les sale el primer diente de leche, obviamente, será un adulto el que deba llevar a cabo esta tarea. Utilizaremos un cepillo de dientes adecuado a la edad del niño.
En el momento en que la habilidad manual del niño le permita sostener por sí solo el cepillo deberá colaborar en el cepillado, siendo este supervisado y repasado por los padres para eliminar correctamente la placa.
2. ¿Es importante el uso de productos que contengan flúor?
De forma natural ingerimos flúor cuando comemos algunos alimentos tales como el pescado, frutas, cereales, lentejas, espinacas, té, etc. El fluoruro contenido en los alimentos tiene gran importancia, se estima que un adulto puede ingerir alrededor de 0,5mg diarios a partir de los alimentos.
El flúor cumple un papel importante en la prevención de la caries, pues favorece que los dientes sean más resistentes a la misma. Además, el flúor tiene propiedades antibacterianas. Hay que estudiar cada paciente de forma individual para determinar la necesidad o no de suplementos de flúor, si bien, mientras los dientes están en desarrollo no conviene excederse en la aplicación de flúor por vía sistémica, mejor decantarse por aplicaciones tópicas.
La presencia de flúor sobre el esmalte reduce su solubilidad, dándole mayor dureza y haciéndolo más resistente a la acción de los ácidos derivados del metabolismo bacteriano. Un exceso de flúor también puede provocar alteraciones en el esmalte de los dientes.
3. ¿Con cuánta frecuencia hay que limpiarse los dientes?
Una higiene bucal óptima pasaría por cepillarse los dientes de manera correcta después de cada comida, prestando especial atención al cepillado de la noche. No sólo hablamos del uso del cepillo sino de la seda y/o cepillos interproximales que ayuden a eliminar la placa que queda entre los dientes, debiendo hacerse al menos de forma correcta una vez al día, siendo lo recomendable hacerlo después de haberse cepillado después de cada comida.
Recordemos que más importante que el número de veces que uno se cepilla es la EFICACIA de cada uno de los cepillados para la remoción de la placa.
4. ¿Qué tipo de limpieza haremos en los recién nacidos?
La madre/padre envolverá el dedo índice en una gasa haciendo una especie de almohadilla la cual debe humedecerse en agua y frotar con ella las encías y la lengua sin hacer demasiada presión.
Lo ideal sería hacerlo después de cada toma de lactancia.
5. ¿Por qué es importante cepillar la lengua?
La lengua es el único conjunto de músculos que no se fatiga, y es diferente en cada persona. Generalmente queda excluida de la higiene bucodental. La lengua, por su anatomía, es una de las partes de la boca donde más bacterias se acumulan, si no la limpiamos adecuadamente, el cepillado quedará a medias en cuanto a su eficacia en la eliminación de la placa y las bacterias.
Para su higiene utilizaremos el cepillo de dientes o el raspador lingual, los colocaremos en la parte posterior del dorso de la lengua y realizaremos un barrido hacia la punta, no es necesario apretar, un movimiento suave será suficiente.
Beneficios: mejora el sentido del gusto; previene la caries, gingivitis y periodontitis y elimina el mal aliento (halitosis).
6. ¿Cuál es la función de los colutorios?
Los colutorios nunca van a sustituir un cepillado dental adecuado, se utilizan después del mismo a modo de enjuague bucal. Se trata de soluciones acuosas cuya principal función depende de su composición. Destacan el evitar la formación de placa bacteriana y su calcificación (sarro), así como prevenir los problemas de la encía (gingivitis y periodontitis) e incluso tratarlos cuando ya existen. Entre sus componentes figuran dependiendo del tipo, el flúor, la clorhexidina (antiséptico), etc.