El término diastema hace referencia al espacio que hay entre dos dientes, aunque habitualmente es un término que se utiliza para hablar de la separación de los incisivos superirores.
A veces cuando el tamaño de la base ósea, es mayor que el tamaño total de los dientes, es frecuente la aparición de diastemas (lo contrario daría lugar a cuadros de apiñamiento). La presencia de un frenillo labial de inserción baja, también propicia los diastemas entre incisivos superiores y los problemas periodontales favorecen la migración dental.
Como ya comentamos anteriormente, lo más común es que este diastema se localice entre los incisivos superiores, si bien, la falta de piezas dentales, provoca que se muevan los dientes restantes y originen la aparición de espacios entre los mismos. El diastema interincisal, es una característica normal en la dentición temporal y mixta, el cual tiende a desaparecer con la erupción de los caninos y segundos molares superiores, como consecuencia de la erupción, migración y ajuste fisiólogico de los dientes.
El tratamiento para el cierre de diastemas está enfocado fundamentalmente a cuestiones estéticas, aunque a veces también es necesario para el mantenimiento de la salud periodontal correcta.
Las principales opciones de tratamiento de los diastemas, casi siempre respondiendo a cuestiones estéticas, puesto que no alteran de forma significativa la función, serían las siguientes opciones terapéuticas conservadoras.
1. Tratamiento de ortodoncia que redistribuya los espacios y/o recoloque los dientes para eliminar el diastema.
2. Cierre de diastemas con composite: se trata de añadir a ambos dientes material de restauración para corregir su forma, haciéndolos proporcionalmente más anchos, de modo que el espacio existente entre ellos se cierra.
3. Carillas de composite: si además de diastema, los dientes afectados presentan defectos de forma y/o estructura, se pueden hacer carillas de composite, de modo que se cubre la cara externa del diente con una lámina de composite, que restaura el aspecto y la anatomía de los dientes en cuestión.
4. Carillas de cerámica: se trata de láminas finísimas de cerámica que se cementan sobre los dientes, permitiendo restaurar forma y función, además de cerrar el espacio entre ellos. En este caso, aunque se trata de un tratamiento muy conservador, hay que desgatar mínimamente la superficie externa del diente, para generar el espacio que luego ocupará la carilla (alrededor de 0,5mm de espesor).
A la hora de decidirnos por un tipo u otro de tratamiento, cobrarán importancia las particularidades de cada caso y paciente, siendo fundamental seleccionar la opción que más se adecue a cada problema. La finalidad última del tratamiento será estética y de mantenimiento de la salud periodontal.