Comer correctamente no sólo reduce el riesgo de padecer determinadas enfermedades sistémicas, como la diabetes o los problemas cardiovasculares, sino que también es beneficioso para la salud oral.
El calcio es el mineral con mayor presencia en el organismo y el cuarto componente del cuerpo después del agua, las proteínas y las grasas. Supone alrededor del 1,5-2% de nuestro peso corporal, y alrededor de un 99% del mismo, se concentra en los huesos y los dientes.
- Ayuda en la formación y protección de los huesos y de los dientes.
- La relación entre la ingesta de Calcio y los problemas periodontales, puede deberse a que el calcio tiene la función de favorecer la densidad del hueso y por ende del hueso alveolar, que es el hueso que rodea a nuestros dientes.
- El calcio es un elemento necesario para la formación de los diferentes tejidos del diente. Los dientes se forman y calcifican en el vientre materno y en los primeros años de vida del niño. Si el calcio y los distintos elementos necesarios estuvieron disponibles, el diente erupcionará en la boca sano, con una forma y color homogéneo y normal, y una superficie lisa y brillante. De lo contrario, pueden observarse diversas alteraciones en la calidad del esmalte, en las cuales el papel del calcio es muy importante, aunque no el único factor determinante de los mismos.
La leche y sus derivados constituyen la mejor fuente de calcio, pero también está presente en el sésamo, los frutos secos, las legumbres, el brócoli, la col, la lechuga, las espinacas y los pescados a los que les comemos las espinas, como las sardinas y los boquerones.
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