En el 2006 saltó la noticia en «EL CORREO de Bizkaia» en la que se advertía: «La dirección vasca de Salud Pública pide no consumir unas golosinas extremadamente ácidas que se comercializan en formato de «spray» y «roll-on«.
No hay nada más fácil que despertar la curiosidad de un niño con originales chucherías, mejor cuanto más extravagantes e insólitas sean.
Los fabricantes saben de esta debilidad de su clientela más adicta y fiel y exprimen sus neuronas para concebir estrambóticas golosinas pero, en ocasiones, sus equipos de creativos se pasan de frenada. Hace un par de años, los responsables del Departamento Vasco de Salud han lanzado una alerta sobre unos caramelos líquidos en spray o con forma de ‘roll-on‘ que se venden en las tiendas de chuches actualmente. Las autoridades sanitarias advierten que son «extremadamente ácidos» hasta el punto de que pueden ocasionar «lesiones en las mucosas, boca, ojos…» de los niños.
Los responsables de consumo no han ordenado la retirada del producto como sí ocurrió hace algo más de una década a nivel nacional con un artículo similar pero aconsejan «evitar o reducir su consumo».
Estas golosinas, de diferentes marcas y sabores, se presentan en dos tipos de formato. En forma de «roll-on», con una bola móvil que distribuye el producto por la lengua, o bien como un «spray«, variedad que puede tener aún peores consecuencias para la salud de los pequeños. «Además de los problemas que puede producir en la boca, si al utilizar el spray se desvía el producto se pueden irritar las mucosas de ojos o la nariz», advierten las autoridades sanitarias.
El caso no es nuevo. En 2003, el Ministerio de Sanidad ordenó la retirada del mercado de otro caramelo «roll-on« por las mismas razones: su extrema acidez. En aquella ocasión, se detectaron varios casos de niños que sufrieron «irritación de las papilas gustativas, quemaduras leves y escozor e inflamación en boca, lengua y labios». También hubo otra alerta en Zaragoza, donde 74 alumnos de un mismo colegio fueron atendidos de aftas (úlceras bucales), irritación e incluso heridas sangrantes.
Cabe destacar que aunque la alerta lanzada por las autoridades vascas hace referencia exclusivamente a su composición en concreto, a su acidez, el formato tampoco parece el más apropiado para un producto dirigido exclusivamente a los niños y que podría dar pie a peligrosas confusiones con aerosoles o desodorantes.
Desde La Clínica Dental Couce recomendamos siempre el consumo responsable de » las chuches» e intentar evitar dar a los peques este tipo de productos por atractivos que puedan resultar a la vista. También os dejamos el enlace a la noticia: