La presencia de múltiples lesiones cariosas en niños en la dentición temporal es un cuadro conocido por los odontólogos como caries rampante o del biberón.
Es la consecuencia de un hábito erróneo de utilización del biberón y el chupete impregnados en sustancias dulces como la miel o el azúcar, así como el consumo abusivo de alimentos y/o bebidas azucaradas. La forma destructiva y que afecta a la mayoría de los dientes ha recibido el nombre de caries rampante.
Con frecuencia no somos conscientes de la importancia de la dentición temporal y de su repercusión en el correcto desarrollo de la dentición permanente. Las caries y los procesos infecciosos pueden producir en el niño dolor, alteraciones en la formación del diente permanente, etc.
Este síndrome se caracteriza por múltiples superficies lesionadas en los dientes, generalmente siguiendo el patrón de erupción dental, con gran afectación de los incisivos superiores y menos en los inferiores porque se hallan protegidos por la lengua y por la presencia del flujo salival.
Clínicamente se caracteriza por la aparición de lesiones en las caras externas de los dientes, cerca del margen gingival. Al principio en forma de área blanquecina por descalcificación, o un punteado en la superficie del esmalte al poco tiempo de la erupción, pigmentándose rápidamente y extendiéndose a las superficies interproximales de los dientes. En estadios muy avanzados se extiende a toda la circunferencia del diente, pudiendo producirse fracturas de la corona ante el mínimo trauma.
Esta pauta de afectación, es claramente diferenciable de las caries proximales de molares por empaquetamiento alimentario y de las caries de fosas y fisuras, lesiones de evolución más lenta y que rara vez afectan a las superficies vestibulares.
La caries dental es una enfermedad infecciosa, multifactorial en su inicio, requiere la presencia específica de microorganismos cariogénicos, un sustrato rico en carbohidratos persistente en el tiempo, generalmente por error dietético y el fracaso de los factores de protección.
Recomendación
No usar el chupete o el biberón mojado en azúcar, miel o alimentos dulces como método para calmar al niño que llora. Las consecuencias para el diente son catastróficas como hemos explicado anteriormente.