Cuando finalizamos un tratamiento de ortodoncia, los dientes tienden a moverse ligeramente hacia su posición inicial, tanto por fuerzas internas como externas.
La única forma de evitar que no se muevan, es utilizar una buena retención durante toda la vida y acudir a las revisiones. Este punto hay que tenerlo claro, porque de ello va a depender que nuestra sonrisa no se vea alterada.
Cuando la retención está formada por aparatos de ¨quita y pon¨:
En este tipo de retención se suelen usar alineadores transparentes o placas de acrílico. Durante los primeros cuatro meses, se recomienda usarlos siempre, excepto para comer. A partir del cuarto mes, se irán reduciendo las horas de uso progresivamente, hasta que únicamente se usen para dormir.
Cuando la retención es fija:
Este tipo de retención consiste en una barra metálica que va cementada en las caras internas de los incisivos y los caninos, fijándolos. Siempre se utiliza combinándola con los retenedores removibles. Con este tipo de retención hay que tener una buena higiene de la zona, ya que es más fácil que se acumule placa.