Las limpiezas en el dentista se hacen con aparatos de ultrasonidos, cuya función es eliminar el sarro, desprendiéndolo sin dañar el diente, además de eliminar la placa bacteriana y manchas.

Los ultrasonidos son, por definición, frecuencias que superan el límite que el oído humano puede percibir. Desde el punto de vista dental, la aplicación del aparato de ultrasonidos tiene un efecto importante, el diente y el sarro no se contraen del mismo modo ante una ultra frecuencia, lo que motiva que el sarro se desprenda del diente sin ningún tipo de efecto negativo en el mismo.

¿Son dolorosas las limpiezas?

Depende del grado de sensibilidad que tenga cada paciente y de la cantidad de sarro que presente. En casos donde sea necesario, se aplicará un poco de anestesia para poder hacer de forma correcta la limpieza. Una vez se pase el efecto de la anestesia no debe haber ningún tipo de molestia, salvo una ligera sensibilidad en aquellos pacientes que ya suelan tenerla o que presenten mucha inflamación gingival, ya que al remitir dicha inflamación la encía se retrae, dejando superficie radicular expuesta, en este último caso, la sensibilidad mejorará a medida que consigamos mantener una higiene correcta evitando la placa.

¿Se pueden hacer en todos los casos?

Las limpiezas se pueden hacer siempre, pero hay casos en que hay que tomar alguna precaución.

• Hacer profilaxis antibiótica, en aquellos pacientes con riesgo de endocarditis bacteriana.
• En pacientes portadores de marcapasos, no se debe utilizar el aparato de ultrasonidos, porque pueden alterar su funcionamiento causando arritmias. Si bien, los marcapasos modernos ya no se ven afectados.
• En pacientes con tratamientos para la circulación y coagulación sanguínea, conviene consultar con su médico la necesidad o no de supresión del mismo, para evitar el sangrado durante la limpieza.

 ¿Con qué frecuencia se deben hacer?

Este parámetro depende exclusivamente de cada paciente, en aquellas personas que lleven a cabo una buena higiene en casa, la necesidad de limpiezas profesionales será más espaciada en el tiempo, aunque algunas veces es necesario un repaso para acceder a aquellos puntos que son más difíciles. En otros casos, donde la higiene sea más deficiente o haya mayor tendencia a la formación de sarro, las limpiezas pueden ser necesarias cada 6 meses o cada año, dependiendo de cada paciente. Por otra parte, lo normal es hacer revisiones cada 6-12 meses para evaluar la necesidad de la misma.

¿Es la limpieza con ultrasonidos la solución a todos los problemas de la encía?

No, es un paso necesario, pero a veces no es suficiente. En casos de enfermedad periodontal, cuando ya hay pérdida de hueso y acúmulo de sarro debajo de la encía, será necesario la realización de raspados, que consisten en eliminar el sarro que hay debajo de la encía, cuando está en profundidades de más de 5mm aproximadamente.